Pegaso Z-102. El reto de Wifredo Ricart.

 

Hoy hablaremos de un automóvil especial de inicio a fin, el Pegaso Z-102, un serio proyecto diseñado para ser de primer nivel y cancelado en su producción como si fuera un triste biscuter, es el reflejo de lo que es capaz de hacer un ingeniero de nivel y lo poco que capaz de entenderlo un burocrático político. El Pegaso Z-102 fue un vehículo fabricado por empresa estatal Enasa, bajo su marca de camiones Pegaso. Sin entrar en política, nos quedaremos con el magnífico diseño realizado por Wifredo Ricart, un ingeniero español que venía de trabajar con Enzo Ferrari en la gran competición, pero que tuvo que abandonar una desolada Italia, después de la devastación de la Segunda Guerra Mundial.

El Pegaso Z-102 coupé se fabricó desde 1951 hasta 1958 en Barcelona, ciudad en la cual se desarrolló el proyecto de su construcción, de la mano de Wifredo Ricart, al cual le pidieron los directivos un deportivo de altas prestaciones que demostrara internacionalmente que España tenía capacidad para hacer un vehículo de gran nivel y posicionarse entre las grandes marcas deportivas de la época o incluso superarlas.

Wilfredo Ricart inició la creación del deportivo y conjuntamente una escuela de ingeniería de automoción, así creando una nueva imagen a Pegaso como semillero de especialistas de la automoción que sería una inyección para la industria española.

Wilfredo Ricart apostó por crear un motor de bloque de 8 cilindros en V para los vehículos en disposición de motor delantero longitudinal y de propulsión trasera. Los motores eran construidos con una aleación de aluminio denominada silumin, provisto con dos árboles de levas en cabeza por bancada, con culatas de cámaras hemisféricas, en la admisión disponía de dos válvulas por cilindro y las válvulas de escape están refrigeradas por sodio líquido algo muy avanzado para la época, siendo estos intercambiables tanto el de admisión o escape, disponiendo de levas simétricas. Todo ello fue una innovación que sigue vigente hoy en día. Disponía de un cigüeñal de cinco apoyos y la lubricación es por cárter seco.

El primer motor empezó con una cilindrada de 2500 C.C. y con el tiempo se añadieron aumentos de cilindrada. Pasando posteriormente a un 2.800 C.C. para finalizar un 3.200 C.C. que sería la versión más potente, el rango de potencias partirían de 160 CV a 180 CV para el 2.5L, de 200CV a 260CV para el 2.8L y de 210 y 280 CV para el 3.2 L siendo este último el utilizado para batir varias marcas de velocidad y aceleración.

Los Pegaso Z102 disponían de una caja de marchas ZF de cinco velocidades de tipo transaxle, todo ello suspendido por un eje trasero De Dion con barras transversales de torsión. La suspensión delantera era independiente y la trasera es un eje De Dion. El conjunto chasis era un sistema de plataforma con la carrocería soldada a medio camino entre el bastidor clásico y el actual monocasco.

Los componentes eléctricos del Z-102 eran de Bosch, heredado de la competición disponía de   encendido por magneto, solución abandonada para vehículos de calle desde los años 20, pero no para la competición en esos años, ya que a altas revoluciones trabajaba muy bien. Como detalle para el mantenimiento del vehículo este sistema lo complica mucho, ya que no se disponen de recambios y Bosch tiene que repararlo en Alemania.

Los Pegaso Z-102 estaban disponibles en versión coupé y descapotable, ambas siempre de dos puertas y estos fueron carrozados por cuatro empresas diferentes, la propia Enasa , la francesa Saoutchik , la italiana Carrozzeria Touring de Milán , que además aportó a Pegaso su sistema de construcción Superleggera en aluminio y la española de Barcelona  Serra, que fabricó los únicos modelos descapotables. Es decir que a Pegaso le comprabas el conjunto chasis motor y un carrocero externo lo terminaba, se dice que no hay dos deportivos Pegaso iguales en el mercado.

Estas tres últimas unidades fueron las denominadas Z-103, con un motor nuevo y más potente, la última evolución que comentamos del 3.2 L y montado en el mismo chasis, estos fueron montados por el carrocero barcelonés Pedro Serra, cumpliendo la voluntad de Wifredo Ricard de hacer un coche totalmente español.

Los Pegaso se presentaron en sociedad en el Salón del Automóvil de París de 1951, por un precio de medio millón de pesetas, todo un precio bastante elevado para la época y sólo fueron producidas un total de 84 unidades en sus distintas versiones ya que la intención de Pegaso no era la del beneficio empresarial y si la propagandística tal y como comentamos al principio. A finales del 1956 en el INI finalizó el proyecto propagandístico del Z-102 y ordeno a Pegaso centrarse en la rama de camiones y autobuses. Hoy en día estos vehículos muy preciados para la colección y suelen ser de muy alto precio en las subastas más prestigiosas.


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