Citroën SM. Alta filosofía de una marca.




Hoy hablaremos del Citroën SM, un vehículo nacido en Citroën en colaboración con una gran marca como Maserati.  En 1968 se firmó el acuerdo de colaboración para hacer una gran berlina de representación que fuera la imagen de la siempre ingeniosa marca Citroën, marca valiente como pocas, que siempre defendió su filosofía de desarrollos de proyectos sin límite para su imaginación, pero que desgraciadamente esa filosofía tristemente desapareció con la absorción por parte del grupo PSA. Se presentó el modelo en el Salón de Ginebra del año 1970, este fue primera toma de contacto para que posteriormente en el salón de Paris la prensa internacional reaccionara con grandes comentarios de admiración hacia el vehículo.



El diseñador de la carrocería   fue a cargo de Robert Opron, diseñador que en Citroën se encargó de realizar el remodelado del frontal del DS y posteriormente de las espectaculares líneas aerodinámicas del Citroën CX, o como del Alfa Romeo SZ, haciendo un guiño al SM en el Alfa al colocar sus 6 faros cuadrados en el frontal del vehículo.



Su desarrollo se realizó en dos años, su línea de diseño se basó el DS, pero bajo una visión futurista, creando un diseño atemporal en la historia del motor.  En el apartado mecánico el V6 del SM era un motor completamente nuevo, se creó a partir de eliminar dos cilindros del bloque del V8 de Maserati que la marca poseía. Este motor era muy complejo para la época, generando dolores de cabeza a los mecánicos en su mantenimiento.  El motor tenía una potencia de 170 CV y con el alcanzaba una velocidad máxima de 220 Km/h. 



El vehículo disponía de faros direccionales de serie, dirección asistida variable en función de la velocidad, dirección que, con sólo 2 vueltas hacia tope, la caja de cambios era con 5 velocidades sincronizadas, disponía de elevalunas eléctricos y en el apartado de frenos disponía de discos en las cuatro ruedas con servofreno. 


El vehículo mostraba un comportamiento en carretera propio de una suspensión hidráulica, con un alto agarre a la carretera, una altísima estabilidad y confort único en su época. El SM fue un vehículo que fue adquirido por famosos de la época ya que su singularidad más su alto confort le genero una alta expectativa mediática.

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