Hoy hablaremos de otro clásico británico, el Aston Martin DB3, del cual luego surgirá la variante DB3S. Estos vehículos eran deportivos de carreras construidos en la década de 1950. Mientras el DB2 se abría hueco en el mercado, Brown vio como una gran oportunidad el diseñar coches para la competición que defendieran el gran palmarés que la marca había ido consiguiendo en pruebas como las 24 Horas de Le Mans o Spa. Así nació el DB3, un deportivo a cielo abierto que a lo largo de la década derivaría en otros modelos, como el DBR1, ganador en la prestigiosa prueba francesa en 1959.
El DB3 aunque compartía muchos componentes con el DB2, los dos coches eran bastante diferentes, ya que el DB3 fue diseñado para carreras, en oposición al modelo del que se derivó. El diseño fue preparado por un exingeniero de Auto Union, Eberan Von Eberhorst, aunque el desarrollo del posterior DB3S fue llevado a cabo por otros técnicos de la marca.
El DB3 fue presentado en 1951 con un motor Lagonda de seis cilindros utilizado en el DB2 Vantage. Este motor tenía una potencia de 133 CV y 2,6 L de cilindrada, posteriormente un motor más grande de 2.9 L que producía 163 CV. Estos motores tenían alimentación mediante 3 carburadores Weber 36 DCF5 de doble estrangulador. La transmisión era una David Brown S527 de 5 velocidades manual y posteriormente, una David Brown S430 / 63R, 4 velocidades manual.
La suspensión delantera era de tipo barra de torsión y brazos de arrastre y la trasera de barras de torsión con eslabones paralelos, varilla Panhard y eje De Dion. El chasis para todo este conjunto era de cuerpo de aluminio doble tubular, biplaza abierta.
La DB3S fue la versión más ligera del coche, esta presentada en 1953. Esta versión fue un poco más exitosa, y fue producida hasta el año 1956. Con sus 3.910 mm de longitud y 2.210 mm de batalla, por 1.500 mm de anchura total y 1.040 mm de altura, el El Aston Martin DB3S supuso un recorte a las dimensiones del DB3 de más de 11 cm en su longitud, 15cm en la batalla y 6 cm en anchura, y aumentando ligeramente su altura, en casi una pulgada. Además, sus prestaciones se vieron modificadas al alza, desechando el motor de 2,6 litros y 133 CV que montaba el Aston Martin DB3 para ganar potencia y también se retocó la suspensión para mejorar el comportamiento dinámico del vehículo.
Los DB3S fueron reemplazados en 1956 por los famosos DBR1, los cuales finalmente se adjudicaron la carrera de Le Mans en 1959.
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